Las grandes inversiones de transnacionales como Ford y General Motors se
hacían con ahorro local y matrices amortizadas. La idea era venderle a los
locales modelos que tenían diez o más años de antigüedad en el mercado
norteamericano, como los Chevy o los Falcon.
De esa época data el Sheraton de Retiro. Según contaba Florencio Escardó,
el proyecto del hotel dio origen a la única batalla nacionalista que libró la
dictadura militar, cuando obligó a los inversionistas norteamericanos que
pusieran bidet en cada baño. ''Es un triunfo de los católicos frente a los
protestantes'', se regodeaba Escardó. Y remataba: '' podrán quedarse con
nuestras undustrias, pero tendremos el culo limpio''
''El Presidente que no fue'', Miguel Bonasso. Págs. 137-138. Sobre la dictadura militar de Onganía y el modelo económico que impulsó Krieger Vassena.
3 comentarios:
Esos somos nosotros... siempre tan llenos de anécdotas pintorescas y tan vacíos de amor propio.
siempre que veo este tipo de cosas me imagino a la cancha de River llena y la gente gritando a viva voz: ''ARGENTINA! ARGENTINA! ARGENTINA!''
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